Centro Chirouze

En la cima de la cúpula de la Lauze, a 3550 m, los pasos se vuelven más lentos, recuperamos el aliento mientras admiramos el panorama que se extiende desde el Ventoux hasta el Mont-Blanc. Estamos al inicio de la línea tántrica.
Grandes espacios en el glaciar de la Lauze, nos dejamos llevar. Encadenamos grandes curvas sobre esta piel brillante, vigilando las grietas abiertas. Sus formas suaves y redondeadas nos llevan a un primer corredor, la pendiente se acentúa y luego un segundo corredor de 40°.
Es hora de hacer una pausa, volver a concentrarse para encadenar el cañón. El ritmo es más lento, las curvas más cerradas y precisas en este desfiladero de 45° y 4 m de ancho. Aún más empinado y estrecho hasta llegar a un bloqueo. ¿Es necesaria la cuerda?
A 1600 m, los claros del bosque de pinos cembros nos llevan, sonrientes y cansados, al río Romanche. Lo cruzamos para llegar a la carretera.
¡El descenso es sensual y sin escapatoria! ¡Con 2450 m de desnivel sin llano! ¡Sin travesía! Es uno de los descensos más bonitos de los Alpes. Reserve su guía Snowlegend.